Semele
Por
aquellos tiempos remotísimos había oposiciones para cubrir vacante de diosa, Semele se
presentó y ganó. Hoy es adorada como una de las diosas del matrimonio o también como
diosa madre, con plaza en propiedad. Lugar de destino: Tracia.
Pero Semele no nació diosa, sino
mortal, una de las más bellas mortales, hija de Cadmo y de Harmonía, fundadores de
Tebas. ¿Cómo llego a diosa? ¿La oposición mencionada, quizás? No, claro que no. Zeus,
el gran dios, quedó prendado de ella en la primera ocasión que se vieron un rato a
solas. Tuvieron un romance espectacular hasta que a Semele se le antojó contemplar a Zeus
en todo su esplendor. El desenlace fue terrible pues los atributos de Zeus -el trueno, el
rayo- no son para tenerlos al desnudo. Semele murió al instante.
Sin embargo al piedad del gran dios
reparó en el embarazo de Semele y, de aquel vientre inerte, rescató al feto, que cosió
a su muslo para que allí terminara de germinar. Transcurrido el tiempo reglamentario, que
ignoramos cuánto pudo ser al tratarse de un muslo divino, nació Dioniso, el dios del
vino, quien liberaría a su madre del Tártaro para llevarla al Olimpo... si bien, antes
de entrar, pactó con Zeus un cambio de nombre, por aquello de enojar a Hera lo menos
posible, y pasó a llamerse, ya para siempre, Tione.n |