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Dioses Griegos

Momo

Momo, cafetinta de Nozal, 1982

Tiene MOMO un rictus de seriedad que le hace digno descendiente de su abuelo, el CAOS, abismo del que todo habría de surgir. ¿Pero qué se puede esperar de quien fue parido de noche por Nicte (la noche)? ¿Qué esperar de quien pasó su infancia divina entre hermanos como ERIDE (la discordia), MORO (el destino), TANATO (la muerte) y APATE (el engaño)?

- Veamos -preguntó Zeus-, ¿qué puedo esperar de tí?

El dios MOMO, todavía un niño, miraba sorprendido a Zeus sin alcanzar a comprender por qué, quien todo debía saberlo, aparentaba ser tan ignorante y, mientras restregaba sus mocos por las barbas del gran dios, respondió:

- No te pediré propina los domingos.

MOMO personifica la crítica jocosa, la burla inteligente. Habitualmente se le representa vestido de arlequín, escondido tras una máscara y acompañando cada una de sus manifestaciones con un palitroque terminado en forma de cabeza de muñeco, símbolo de la locura. Apenas interviene en los relatos mitológicos porque el sarcasmo no era precísamente una herramienta lieraria en tiempos de Hesíodo, Pausanias o Apolodoro, y actualmente los escritores contemporáneos dedicados a esta faena tienen hacia la mitología una visión sesgada e historicista, como es el caso de López Melero, Fernández Galiano o Falcón Martínez.

Es destacable, en el caso de MOMO, su participación como juez en una disputa que mantenían los dioses Hesfesto, Hades y Atenea, quienes habían diseñado, respectivamente, un hombre, un toro, una casa, y alardeaban de haber alcanzado la perfección, cada cual en su invento. Momo indicó que al hombre le faltaba una ventanilla en el costado izquierdo, para asegurar un acceso inmediato al corazón, en caso de urgencias; mostró la inconveniencia de que el toro tuviese los cuernos a ambos lados y no en el centro, lo cual le resultaría más eficiente en sus acometidas; y por último advirtió que a la casa le faltaba una cualidad de gran importancia, la movilidad, pues en caso de sufrir la presencia de un vecino indeseable, ¿qué habría de hacerse si la casa no era portátil?

En fin, si de mí dependiera, yo daría a MOMO el guión de la próxima mitología, ensalzando su sentido del humor y sus grandes dotes para el diseño; evitándole, en todo caso, la vergüenza de simbolizar a la locura. n

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Copyright Nozal, 1982.

> Ilustración que encabeza el texto: Dibujo del dios Momo, cafetinta de Nozal perteneciente a la colección "24 Dioses Griegos". De esta colección fechada y editada en 1982 se realizó una tirada de 200 ejemplares numerados y firmados.

> Texto e imagen están protegidos por la Ley de Propiedad Intelectual y registrado el Copyright. Si el texto o la imagen son utilizados o copiados, es preciso citar al autor y señalar la fuente (http://nozal.com)

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